Al sur de Manila, a unas cuatro horas de viaje desde la capital, se encuentra Anilao, un auténtico paraíso para buceadores. Situado en el renombrado “triángulo de oro” del Indo-Pacífico es considerada una de las áreas con mayor biodiversidad en el mundo. Sumérgete en sus aguas llenas de vida y color con este POST.
Las «bancas» son el medio de transporte para llegar hasta las zonas de buceo.
Cómo llegar:
- Desde Manila: Autobús hasta “Batangas City Grand Terminal” (200 – 250 pesos).
- En Batangas: Jeepney hasta “Mabini Port” (30 – 60 pesos).
- En Mabini: Triciclo hasta el resort dónde vayas a hacer noche (30-70) pesos.
IMPORTANTE: NO es necesario ser buceador para disfrutar del lugar. Las playas son de piedras pero de aguas cristalinas que permiten disfrutar de un buen baño y snorkel de calidad. También es una zona bastante popular para el kite surf y otros deportes de agua.
El pueblo mantiene el encanto de las zonas rurales de Filipinas. Merece la pena dar un paseo y disfrutar de los pequeños detalles. Ver a los niños jugar al baloncesto en la “reglamentaria” cancha que hay en la plaza del pueblo, observar como las ancianas se preparan para la misa de la tarde o comer pan de chocolate casero a 5 pesos son experiencias que no están en ninguna guía pero convierten un simple viaje en algo que recordar.
En nuestro segundo día nos unimos a un grupo de buceadores para visitar las islas Sombrero y Tingloy (650 pesos por persona). No fue necesario bajar a treinta metros para sentirnos como si estuviésemos dentro de un acuario. Por cierto ¡cuidado con las medusas!
Anilao es un lugar idóneo para disfrutar del mar y un ambiente relajado sin tener que salir de Luzón. ¿Te ha gustado el post? ¿Estás planeando visitar Anilao? ¿Te gustaría tener más información sobre dónde comer y dormir en Anilao? No olvides dejar tu comentario, un abrazo amores