Hay varias maneras de decir adiós en rumano pero “la revedere” es, desde el primer momento que la escuchamos, nuestra favorita.
Principalmente se debe a como la pronuncian los lugareños, casi cantando, de una manera muy simpática que dan ganas de imitar. No tardamos nada en hacer nuestra esta expresión. Durante 8 meses la hemos usado como manera de despedirnos orgullosos de nuestro acento rumano.
Sin embargo, el día 9 de abril de 2015, nuestra experiencia como voluntarios europeos tocó a su fin y por primera vez entonar un “la revedere” nos ha dejado un sabor agridulce.
Desde que llegamos a Rumanía hemos estado rodeados por un grupo de gente maravillosa que al fin y al cabo es lo más importante para poder disfrutar de una experiencia como esta.
Viaje a Lviv, 2014
Ha habido momentos buenos, malos y regulares. Pero, por suerte o por desgracia, tenemos facilidad para idealizar rápidamente este tipo de vivencias. Sólo han pasado dos días desde que nos fuimos y en nuestra memoria ya solo quedan las risas y la buena vibra que nos habéis transmitido cada uno de vosotros.
Volver a repetir lo que hemos vivido todos juntos va a ser difícil. Sabemos que no toda la gente que uno conoce va a estar ahí para siempre. Muchas de esas personas solamente se cruzan en tu camino por un tiempo. A pesar de ello, los momentos compartidos y lo que aprendes con esa persona te acompaña toda la vida.
On Arrival Training, Predeal 2014
Esta vez nos hemos despedido con la sensación de que es seguro que nos vamos a volver a encontrar en otro momento y en otro lugar. Quién sabe si incluso en Filipinas.
Mientras que llega ese día, solo deciros que os vamos a echar de menos, que os queremos y que vosotros también sois parte de amor de viaje.
Ahora sí, con acento rumano: La revedere!